Fermentación
A continuación los granos de uva casi enteros se trasvasan a depósitos de fermentación de tamaños reducidos (depósitos de 10.000L de media), donde se transformarán en vino por un proceso de crianza sobre lías tras su maceración (el mosto coge su color tinto al contacto con el hollejo).
Fermentación alcohólica (el azúcar, presente de manera natural en la uva, se transforma en alcohol por la acción de levaduras autóctonas).
Fermentación maloláctica (el ácido málico, también presente de manera natural en la uva, se transforma en ácido láctico, esta vez por la acción de bacterias), siendo ambas fermentaciones a temperatura controlada de manera manual y artesanal (no automática).
Bodega Akutain tiene mucho cuidado en mantener la trazabilidad durante todo este proceso, de manera que cada viñedo se elabora y se fermenta en un depósito diferente, para cuidar y guardar el carácter propio de cada uno.
El vino obtenido, es separado de sedimentos (impurezas) gracias al tiempo y al frío por trasiego de depósito a depósito (decantación). Durante todo el proceso se realizan diversos análisis para el control y la toma de decisiones en la elaboración (opciones, tiempos…).
Crianza En Barrica
Tras terminar la fermentación y tras haber descansado en depósito la mayor parte del invierno para una buena decantación por frío natural, el vino es introducido en barricas de roble americano y francés. La proporción aproximada, como los grandes clásicos de Rioja, es de un 70/80% y un 20/30%, respectivamente.
En Bodega Akutain nos gusta llevar a cabo una crianza en barrica lenta y larga, que sea menos agresiva y que respete en mayor medida las características y la personalidad originales del vino. Por ello nos enorgullecemos de utilizar barricas de la máxima calidad que cuidamos mucho, y cuya vida extendemos lo máximo posible, ya que estamos convencidos de que en una barrica ocurren muchas más cosas además de una simple transferencia de taninos y “sabor a madera” (más intensos y más fáciles de conseguir con una mayor proporción de barricas nuevas, cuando este es el único objetivo).
Esto es sólo posible mediante un sistema de trasiegas “barrica a barrica” y mediante un seguimiento de catas continuas (y análisis complementarios) de cada barrica, que nos proporciona una información preciosa a la hora de decidir sobre trasiegas y sobre el momento de jubilación de cada una. El tiempo de envejecimiento en barrica varía de 14 a 40 meses, con trasiegas cada 6 meses (aproximadamente), muy importantes para la eliminación de impurezas que se hayan decantado y para la oxigenación del vino.
La filosofía de mantener la trazabilidad de cada viñedo es respetada también durante la crianza en barrica. El objetivo es tener el máximo de información sobre cada barrica y poder elegir la proporción de cada viñedo a la hora de llevar a cabo el “coupage” de cada vino a la hora de embotellar.
Crianza En Botella
Una vez ha concluido la crianza en barrica, se lleva a cabo el “coupage” para cada vino (selección de barricas que van a componerlo) y se procede a su homogeinización en depósito (donde se decantan las últimas impurezas hacia el fondo del depósito antes del embotellado y donde se suavizan los taninos, consiguiendo una estabilización de manera natural, sin filtrados).
De aquí, el vino pasa a la botella, y éstas a nuestros botelleros situados en calados excavados en la roca bajo nuestras propias viñas (expresamente concebidos para conservar un ecosistema propio que mantenga las condiciones ideales de temperatura, humedad, etc. para la crianza en botella), donde permanecerán apiladas de forma tradicional el tiempo necesario hasta el momento de su etiquetado y su comercialización.